El Cabildo insular impulsa la adhesión a este comité internacional para avanzar en sinergias conjuntas con otros rincones del planeta en materia de defensa e investigación del medio ambiente, la naturaleza y los océanos
Curbelo subraya la “significativa relevancia” que tiene el Corredor para avanzar en medidas de conservación y protección, además de contribuir con los objetivos de sostenibilidad
La Gomera forma parte desde esta semana del Corredor Biológico Mundial, una iniciativa promovida por el Comité Internacional de esta entidad y que pretende crear un espacio de alianzas y proyectos entre diferentes rincones del planeta para avanzar, de manera significativa, en la defensa, estudio e investigación del medioambiente, así como la conservación de especies y hábitats.
Al igual que ya han hecho otros puntos del país, la isla se suma a una apuesta por la sostenibilidad y la creación de un cinturón verde y azul que unirá a sus integrantes. En este sentido, el presidente insular, Casimiro Curbelo, destacó que la inclusión supone “un espaldarazo a las medidas de sostenibilidad que se proyectan en la isla y que abordan diferentes vertientes, desde la energética hasta la gestión eficiente de los recursos hídricos, por lo que esta oportunidad abre la puerta a avanzar en la conservación del territorio insular y, especialmente, de sus 17 espacios naturales protegidos”.
La inclusión en el comité posibilita el establecimiento de programas comunes de actuación entre regiones, apuntó Curbelo, quien subrayó la idoneidad de compartir experiencias y proyectos con otros rincones con desafíos similares a un territorio como La Gomera. “Es un escenario que nos propicia abordar políticas compartidas de actuación en la naturaleza y la biodiversidad de estos territorios, con la mirada puesta en el equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad”, aseveró.
Por su parte, el consejero de Medio Ambiente, Héctor Cabrera, recordó que el Corredor Biológico Mundial se une a otras adhesiones formalizadas recientemente, como la inclusión de las aguas que rodean la isla a la World Cetacean Alliance, siendo el primer lugar de Europa en ser considerado patrimonio de ballenas y reconociendo a La Gomera como un destino turístico de excelencia para la observación responsable de cetáceos.
“Tenemos una riqueza natural que debemos compartir para seguir avanzando en su conservación, puesto que el trabajo coordinado entre regiones con similares características que La Gomera nos aporta más capacidades para afianzar la restauración de entornos degradados, especialmente, el terreno donde se sustentan los diferentes hábitats”, precisó.