El Consejo Insular de Caza habilita la caza sin escopeta a partir del 9 de agosto y determinará, la próxima semana, las jornadas con escopeta durante septiembre y octubre
Este año se permite la caza sin armas en el refugio de Erque y Erquito y en el vedado de Taguluche
El Cabildo de La Gomera ha informado este viernes de la aprobación del calendario de caza y la apertura de los campos de entrenamiento de la isla, después de pasar el trámite previo en el Consejo Insular de Caza, cuyas propuestas fueron aprobadas por unanimidad.
Según explicó el consejero de Medio Ambiente, Héctor Cabrera, el calendario se abre a partir del 9 de agosto y hasta el 13 de septiembre para la caza sin arma y se determinará, la próxima semana, las jornadas de caza con arma, previstas para los meses de septiembre y octubre.
Cabrera valoró el consenso alcanzado para definir una programación que sea capaz de aunar las posturas de todos los agentes implicados y permita fortalecer la sostenibilidad como uno de las principales líneas de actuación en la isla, además de contribuir con el control de las especies cinegéticas en el territorio insular.
El calendario y las medidas adoptadas responden al documento técnico de la Unidad de Medio Ambiente y a las propuestas presentadas por las sociedades de cazadores, que sirvieron de base para los acuerdos alcanzados y la definición de la temporada de caza.
En cuanto a los campos de entrenamiento, se han habilitado hasta el 31 de julio los ubicados en Vega del Conde – El Higueral, Quise y La Hondura. Además, durante el periodo de caza sin armas se permitirá la práctica en el refugio de Erque – Erquito y el vedado de Taguluche.
Para la práctica de la caza es obligatorio disponer de la respectiva licencia con seguro vigente. En este sentido, el consejero adelantó que ya se trabaja en un sistema de gestión para la caza controlada a través de una sociedad colaboradora, y además se está trabajando para elaborar y aprobar el Plan Técnico de Caza de La Gomera, que es un instrumento de gestión, que tiene por finalidad su aprovechamiento de acuerdo con el tamaño de las poblaciones objeto de caza, y como prioridad la preservación y conservación de los hábitat, así como el mantenimiento del potencial biológico de las especies en el medio natural.