Desde anoche llevo observando con detenimiento las redes sociales, en especial Twitter y Facebook. Y con lo que leo, evidencio y me rearfimo que vivimos en una dictadura moral. Ahora ante una opinión no puedes debatir. Porque es como si al interlocutor, le saliera un campo de fuerza invisible, y su opinión por muy errada que estuviera, tiene el valor una verdad enciclopédica. Es su opinión y punto. Cualquiera es un experto, cualquiera detrás de un seudónimo puede argumentar vaya a usted a saber que disparate. Las redes sociales deberían estar alcance de personas que pasen algún tipo de examen o cualificación. Esta claro que esta herramienta en manos de según que personas, puede ser un arma peligrosa. Muchas con sus opiniones solo evidencian su retraso intelectual, académico, democrático y de valores.Digo todo esto, porque me paré a leer con detenimiento el «trendingtopic» : La Gomera.Allí pude comprobar como hay gente que no conoce la Gomera ni por remota casualidad. A mal que le pese algunos, esta isla es un lugar enclavado en el mundo desarrollado. Ya quisieran otras islas de países europeos, tener el confort y las oportunidades, por no decir la calidad de vida, de la isla de La Gomera. En esta tierra, el porcentaje de personas con titulaciones académicas o que hayan vivido en el extranjero es alta. Digo esto último por aquello de: quien te insulta suele ser siempre el más estúpido. Los gomeros, no nos damos ínfulas de nada, aunque motivos tendríamos para ello. A todos esos imbéciles, que se creen graciosos o expertos en una red social, decirles que ese turista tuvo suerte de elegir pasar sus vacaciones en La Gomera. Aquí tenenos un hospital y sobretodo un personal sanitario a la altura del mejor lugar de Europa. Y este grupo de alemanes, donde está el turista infectado, están siendo tratados por una parte de la Sanidad pública española, una de las mejores del mundo,( no lo digo yo si no el informe internacional ‘Blomberg’). Somos una isla pequeña pero inmensa a la hora de acoger a quien más lo necesite. Tenemos valores enseñados por nuestros ancestros. Un gomero no deja a otro en la estacada. Y ese turista, a todos los efectos, era uno más. Nos eligió para pasar sus vacaciones y nosotros lo cuidaremos. Meterte con La Gomera, sin haberla visitado o al menos estudiado, te retrata y te señala como un imbécil en esta sociedad. Me dio vergüenza y asco compartir ciudadanía y nacionalidad, con muchos que en estas redes escribieron en contra de nosotros. Y a mis paisanos, decirles que se dejen de contestar a tanto subnormal que no merece la pena. Sabemos quienes somos y sabemos que nos tenemos los unos a los otros. Y eso es más de lo que muchos en las redes pueden tener.
Carlos J. Simancas